martes, 22 de diciembre de 2015

Datos del Archivo Histórico: La Archicofradía del Pilar y el convento de San Francisco (I)

LA ARCHICOFRADÍA DEL PILAR Y EL CONVENTO DE SAN FRANCISCO DE CÁDIZ (I)


 Tanto los hermanos Manuel y Jerónimo Ignacio Delfín —fundadores de la Archicofradía de Nuestra Señora del Pilar de Cádiz— como su familia, estuvieron muy unidos a la orden franciscana y a su convento de Cádiz. Ya su padre, Bartolomé Delfín, en un poder para testar otorgado en 1727, manifiesta su deseo de ser enterrado en la iglesia del convento de San Francisco.[1] Esa especial relación con la comunidad franciscana se ve consolidada en 1736, cuando el síndico del convento dona a los hermanos Delfín un altar y dos sepulturas en la iglesia del convento franciscano, concretamente en el lugar del pilar cercano a la verja del altar mayor, para poner en dicho altar la imagen de un Ecce-Homo.[2]

En 1752, al año siguiente de fallecer Manuel, Jerónimo Ignacio y su hermanastra Tomasa Delfín, hicieron testamento recíproco donde expresan su deseo de ser enterrados con el hábito franciscano en la sepultura mencionada anteriormente del convento de San Francisco.[3] Según consta en una nota fechada a 10 de marzo de 1784 —escrita con posterioridad al margen de la escritura de donación del atar y sepultura— éstos fueron cedidos al convento franciscano por la sobrina de Manuel y Jerónimo Ignacio, Catalina de Castro y Delfín.[4]

            Debido a las distintas vicisitudes por las que ha pasado el convento aquel altar desapareció, pero actualmente en la iglesia del convento franciscano queda un importante vínculo; una capilla del Pilar, situada entre la capilla del Sagrario y la sacristía. En ella se mantienen, como pruebas evidentes, el retablo de la capilla realizado en mármol donde se conserva el pilar y, a los pies, una pintura de la aparición de la Virgen del Pilar a Santiago.


Aparición de la Virgen del Pilar a Santiago
Capilla del Pilar del Convento de San Francisco de Cádiz

            Todavía a principios del siglo XX, en la iglesia de San Francisco se celebraba la misa en honor de la patrona de la Guardia Civil. En concreto, en 1915, para la función solemne la imagen de la Virgen del Pilar se colocó en un altar portátil, al lado de la Epístola. En el suelo, a los lados del altar, formaron un adorno compuesto por fusiles mauser, banderines y cornetas, entrelazados con yedra. A este acto también asistió una representación de la Archicofradía del Pilar, formada por el prioste D. José Márquez Navarro, sub prioste D. Federico Sahagún, mayordomo D. Bartolomé Gómez-Plana y el fiscal D. Rafael Fernández Rodríguez. En la prensa de la época se detallan los actos, destacando que los dos ramos de flores que decoraban la mesa del banquete que posteriormente celebraron las autoridades, fueron enviados a la Virgen del Pilar del convento de San Francisco.[5]

            Posiblemente aquella Virgen del Pilar desapareciera en los disturbios de 1931, cuando fue asaltada la iglesia y muchas de sus imágenes quemadas.


José María Collantes González



[1] Archivo Histórico Provincial de Cádiz (AHPC), Protocolos notariales. Poder para testar de Bartolomé Delfín, CA-5078, ff.111-112
[2] AHPC, Protocolos notariales. Escritura de donación , CA-3613, ff.536-538
[3] AHPC, Protocolos notariales. Testamento recíproco de Gerónimo Ignacio Delfín y Tomasa Delfín CA-5090, ff. 370-376
[4] AHPC, Protocolos notariales, Escritura de donación, CA-3613, ff.536-538
[5] Diario de Cádiz, Noticias de la tarde. Suplemento al número del martes 12 de octubre de 1915