Nuevos atardeceres. Tardes viejas que arañan claridad.
Mirada dulce, manos atadas, la pena de sus Penas enredándose en sus ojos de Dios y de Hombre...
Acompaña e ilumina su camino...
Niña del Cielo, Mujer Bendita, Caridad de Dios, Caridad de todas las caridades de este mundo...
Acompaña e ilumina su camino...
Verdadera luz de la tradición, de la ilusión de vestir la túnica por primera vez... O como si fuera la primera vez...
El Domingo de Ramos es nuestro día grande, hermano archicofrade. Vívelo. Siéntelo. Disfrútalo. Junto a Ellos.
Porque Ellos vuelven a salir... ¿Y tú?...
Viste la túnica. Acompáñalos. Ilumina su camino...