GRABADO INÉDITO DE LA ARCHICOFRADÍA DEL PILAR DE CÁDIZ
Este grabado,
que había permanecido en el olvido hasta la fecha, es una muestra de la pujanza
de la Archicofradía del Pilar a mediados del siglo XVIII y de cómo los fundadores,
Manuel y Gerónimo Ignacio Delfín, fueron ocupando diversos cargos en la
Archicofradía donde desempeñaron su labor en aras del engrandecimiento de la
misma.
En concreto Gerónimo
Ignacio, tras ser Mayordomo ocupó el cargo de Prioste. Fue en esos momentos,
cuando la Archicofradía decide encargar este grabado en el año 1747. No obstante, que aparezca en la inscripción
el nombre de Gerónimo Ignacio como prioste y que no se haya encontrado en los
libros de cuentas del archivo histórico ningún gasto relativo a la realización
del grabado, nos hace pensar que fuera un encargo personal costeado por él
mismo.
El grabado,
con unas medidas de 187 x 135 mm., está firmado por Manuel Bernavé en Cádiz en
el año 1747. Forma parte de una obra impresa en nuestra ciudad en 1760, en la
Imprenta Real de Marina, titulada Coplas
nuevas a honor, y gloria de la Purissima Concepción en gracia de María
Santissima, Madre de Dios, y Señora Nra. con alusión a su primer hispano título
de El Pilar de Zaragoza.[1] El
autor de la composición, un devoto anónimo, se describe como El más mínimo gaditano, e indigno
Archicofrade vuestro, y se las dedica a la Ilustre, y Venerable Archicofradía del Santísimo Rosario del Pilar,
sita en la Auxiliar Parroquia del Invicto Español Martyr el Señor San Lorenzo
de esta Ciudad de Cádiz.
La inscripción
que se encuentra en la parte inferior de la composición, en una cartela barroca
decorada con motivos de rocalla, dice así:
María
Ss.ma del Pilar de Zaragoza titular de la Ar-
chicofradía
del Ss.o Rosario. Cita en la auxiliar Parroquia
de
S. Lorenzo de Cádiz. Se abrió a devoción de dicha
Archicofradía
siendo Prioste D. Gero.mo Ignacio Delfín.
El motivo
iconográfico representado es la Venida de la Virgen del Pilar en carne mortal a
Zaragoza y su aparición al apóstol Santiago. Mantiene la forma rígida y
simétrica de la composición que se ha representado durante siglos, con la
Virgen sobre el pilar en el centro y a un lado el apóstol Santiago, sólo y
vestido de peregrino. Detrás aparece el río Ebro y la ciudad de Zaragoza. Es similar a la pintura sobre tabla del siglo
XVIII que se encuentra en el simpecado de la Archicofradía. En ambas
representaciones se encuentra la Virgen sobre el pilar y Santiago de rodillas,
en el grabado a su lado izquierdo y en la pintura en el derecho.
Es destacable
la originalidad del único ángel que aparece en la composición, que no sostiene
la columna o rodea la imagen de la Virgen, como en otros casos, sino que muestra
un rosario, quizás en alusión al carácter de Compañía Espiritual del Santo
Rosario que tuvo la Archicofradía desde un principio. Llaman la atención otros
dos curiosos motivos que aparecen sobre el marco que rodea la escena; un navío
en la esquina superior derecha y una planta (que pudiera ser de café o cacao)
en la esquina superior izquierda. Posiblemente sea una referencia a la
importancia del comercio con América, fundamental para Cádiz en esos años y al
que, precisamente, se dedicaban algunos miembros de la familia Delfín.
Con el importante
hallazgo de este grabado que publicamos en primicia, se acrecientan las
representaciones de la Virgen del Pilar que han surgido de la Archicofradía
gaditana en su dilatada historia.
José María Collantes
González
P.D. Nuestro agradecimiento a
Manuel Ravina Martín, Director del Archivo General de Indias, quien nos indicó
la existencia de esta obra.
[1] Biblioteca Municipal de
Jerez. Volumen facticio. Coplas Nuevas, Cádiz 1760. Signatura N/6655(15) El
grabado se encuentra delante de la portada.