sábado, 26 de abril de 2025

Y brotó la primavera: crónica del Domingo de Ramos


El Domingo de Ramos brota la primavera. Llega antes, aún temerosa, salpicada de invierno, y se va desperezando en las noches cuaresmales hasta que la luna, la primera luna, se llena del todo. Es entonces, con la primera luna llena, cuando la primavera estalla. Ocurre cada Domingo de Ramos. Siempre caprichosa, regala incertidumbres, pronósticos de lluvia que pueden llegar o no, tormento de cofrades que temen la tormenta, chubascos intermitentes que den al traste con las ilusiones que, aún rotas, volverán a renovarse cada año. En este de 2025, lució el sol, a pesar de los temibles nubarrones de la mañana. 13 de abril: el día que brotó la primavera. Y lo hizo a las tres de la tarde, cuando las puertas de San Lorenzo se abrieron y la Cruz de Guía volvió a enmarcarse en el dintel, setecientos cuarenta y dos días después.

La jornada empieza temprano, con la visita institucional por parte del Alcalde de la ciudad, D. Bruno García de León, acompañado por Dª. Maite González García-Negrotto, Concejala de Cultura; y D. José Manuel Verdulla Otero, Concejal de Hermandades, junto al Presidente y miembros del Consejo Local de Hermandades y Cofradías. Durante la visita se les invitó, junto a la contemplación de nuestros Sagrados Titulares, la de los estrenos de este año: el dorado de los cuatro candelabros, de tres brazos cada uno, colocados sobre las escocias para alumbrar los interiores del canasto, el de las dos cartelas que se sitúan en los núcleos centrales de ambos costeros y la crestería que remata dichas cartelas, todo ello en el paso procesional del Señor. La visita concluyó con una ofrenda floral y una oración. Posteriormente, también visitaron y fueron atendidos los representantes de los restantes grupos políticos que conforman el Pleno municipal. Igualmente, rindió visita una delegación de la Junta de Gobierno de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Salvación y María Santísima de las Bienaventuranzas, de la vecina localidad de Jerez de la Frontera, encabezada por su Hermano Mayor, D. David López Gandolfo.



A las 11 de la mañana se celebró Santa Misa con bendición y procesión de palmas que partió desde el patio del Colegio San Juan Pablo II y que llegó a la Parroquia por las calles Circo, María Arteaga y Sagasta, y en la que participaron todos los grupos parroquiales.


Los hermanos archicofrades estaban citados a las dos menos cuarto de la tarde para el acceso ordenado al templo. Lucían esplendorosos los pasos procesionales, situados en el centro del transepto, delante del Altar Mayor. El “Milagro de la Luz” volvía a producirse: un halo de luz del sol atraviesa uno de los ventanales de San Lorenzo e ilumina el paso de María Santísima de la Caridad. La primavera, definitivamente, había brotado.

Previamente a la salida, tiene lugar un breve acto de oración, tras el cual nuestra Hermana Mayor, Inmaculada Ruiz Gené, da lectura al orden procesional para que comience la organización del cortejo, conformado por 155 nazarenos, 30 acólitos y 24 infanticos, todos ellos hermanos de la Archicofradía. También lo son los capataces de ambos pasos: Juan Antonio Casamichana Rodríguez, en el Señor; y Javier Gómez Pastoriza, en el palio. Y muchos de los que conforman ambas cuadrillas de cargadores. Hermanos en la penitencia, tras el Señor y tras la Virgen. El Domingo de Ramos es día de gozo y celebración para la gran familia pilarista de la que forman parte todos los hermanos archicofrades. 



Setecientos cuarenta y dos días después, la Cruz de Guía volvía a estar enmarcada en el dintel de la puerta de San Lorenzo y daba inicio a la salida procesional de la Archicofradía, a los sones de la marcha procesional “Señor de las Penas”, de Enrique Galán Borreguero, interpretada por la Filarmónica de Conil. La primavera se viste de rojo y marfil cuando brota el Domingo de Ramos. A las tres de la tarde. Cuando el río penitencial pilarista avanza por Sagasta y se desborda por Hospital de Mujeres, anunciando la inminente presencia del Señor de las Penas en las calles del barrio. La “Marcha Real” indica que ha concluido la complicada maniobra de salida. El paso del Señor gira y se detiene un instante, el preciso para colocar y fijar los zancos. Tras la primera levantá, la Banda de Cornetas y Tambores “La Unión”, de la localidad cordobesa de Baena, interpreta y estrena la marcha procesional “De tus Penas, cautivo”, compuesta por Alejandro Ruiz González para nuestro Amantísimo Titular.








La salida de María Santísima de la Caridad también es anunciada con la “Marcha Real”, interpretada por la Asociación Filarmónica “Ciudad de Conil”, trece años ya tras el paso de la Niña de San Lorenzo, que sube Sagasta con los imprescindibles sones de “La Caridad de tus Penas”, de Juan Antonio Verdía Díaz.



La presidencia eclesiástica, antecediendo al cuerpo de acólitos del Señor de las Penas, estuvo conformada por el Rvdo. P. D. Iván Llovet Romero, Párroco de la de San Lorenzo y Director Espiritual de la Archicofradía, y por el Rvdo. P. D. Hernando Rafael Cabrales Gutiérrez, Vicario Parroquial. Durante la Estación de Penitencia en la Santa y Apostólica Iglesia Catedral, ambos acompañaron a nuestra Hermana Mayor, siendo atendidos por el Ilmo. Sr. D. Guillermo Domínguez Leonsegui, Canónigo Doctoral del Cabildo catedralicio, quien dirigió los rezos a nuestros Amantísimos Titulares. 























Tras completar la Carrera Oficial, la Archicofradía regresó a San Lorenzo por Ancha y Sagasta, en cuyo último tramo, ya próximos a la Parroquia, el Señor de las Penas y María Santísima de la Caridad fueron recibidos por una lluvia de pétalos, ofrendados por la juventud de la Archicofradía. Al filo de las diez y media de la noche, hacía su entrada el paso de palio, finalizando así la salida procesional. Nuestra Hermana Mayor tomó la palabra para agradecer y felicitar el comportamiento ejemplar de todos los hermanos, tras lo cual nuestro Director Espiritual dio la bendición a todos los presentes.



En el cielo de Sagasta lucía entre nubes la primera luna llena de una primavera que había vuelto a brotar el día más hermoso del año.

(Fotografías de la Archicofradía, Lolo de los Ríos, Francisco Borja Chamorro y Portal de Cádiz)

viernes, 25 de abril de 2025

Recuerdos de las vísperas. Sábado de flores


El Domingo de Ramos tiene su víspera, preciosa e íntima, bautizada hace ya varias décadas como “sábado de flores”. Es una jornada para la convivencia fraterna, para atemperar los nervios, para los últimos preparativos, para las actividades con los más pequeños y para que estos vivan la inolvidable experiencia de preparar y colocar flores en el monte del paso del Señor, exornado para la ocasión con claveles rojos, gran parte de ellos ofrendados en los días anteriores por hermanos y devotos, y dispuestos por nuestros hermanos archicofrades Manuel Ruiz Gené y Cristian Solís Aguirre, junto a la colaboración de otros hermanos. Por su parte, el exorno floral del paso de María Santísima de la Caridad fue bellamente dispuesto, un año más, por nuestro hermano archicofrade Miguel Ángel García Saucedo, a base de rosas y otras variedades en tonos blancos.


El “sábado de flores” es día de trabajo en equipo, comandado por la mayordomía de la Hermandad, con Cristian Solís al frente de la misma, en una encomiable labor durante toda la Cuaresma. Los jóvenes se afanan en preparar los pétalos para la recogida. Los hermanos más antiguos se acercan por San Lorenzo para comprobar, emocionados, cómo la Hermandad continúa escribiendo su historia y permanece viva en sus niños, en sus jóvenes y en los adultos que hoy tienen responsabilidades de gobierno y que fueron en su día niños y jóvenes ilusionados y nerviosos en las vísperas del Domingo de Ramos. Nuestra Hermana Mayor, Inmaculada Ruiz Gené, siempre incansable, se dirige a los pequeños, les pregunta y les explica, les invita a rezar a los Sagrados Titulares, atiende a los que llegan de visita, se sube a los pasos procesionales para colocar en los codales de los guardabrisas del Señor y en los cirios que conforman la candelería de la Virgen una pegatina con alguna intención especial o con un nombre: el de un hermano, de un familiar, de alguien que este año no puede estar, de un bebé que todavía está por nacer... La luz que alumbra al Señor y a su Santísima Madre es una luz donada por sus hermanos y devotos. Nuestra Hermandad también es hermosa en sus ritos, en sus actos íntimos, en todo aquello que pasa desapercibido.



Al mediodía, los más pequeños de la Archicofradía realizan en el salón parroquial manualidades y sopas de letras con palabras alusivas a nuestra Hermandad. Luego, acuden al templo para contemplar y rezar a nuestros Amantísimos Titulares y suben al paso del Señor para colocar un clavel en el monte. Este año, como novedad, subieron al paso algunos nietos para ofrendar un clavel al Señor en nombre de sus abuelas.









Con una foto de familia delante de los pasos definitivamente dispuestos y exornados, culminó el pasado sábado 12 de abril la víspera de un nuevo Domingo de Ramos cargado de emociones y de convivencia fraterna con todos nuestros hermanos.