A las 9 y cuarto de la noche del pasado día 16 de septiembre, viernes, dio comienzo el traslado procesional del Señor de las Penas a la Santa Iglesia Catedral, en la jornada previa a la celebración de la Procesión Magna organizada en conmemoración del tercer centenario del inicio de la construcción de la Seo gaditana. Previamente, tuvo lugar un breve acto preparatorio, realizado por nuestra Hermana Mayor, Dª. Inmaculada Ruiz Gené, y dirigido espiritualmente por el Rvdo. P. D. Iván Llovet Romero, Director Espiritual de la Archicofradía, en torno al pasaje evangélico que recoge el momento en que Jesús es abandonado por sus discípulos. Finalizado el acto, la Hermandad recibió corporativamente a la querida Archicofradía de Nuestra Señora de la Palma Coronada que, igualmente, trasladaba procesionalmente a su Amantísimo Titular, el Santísimo Cristo de la Misericordia, para su participación en la Procesión Magna.
El cortejo procesional que acompañaba al Señor de las Penas se iniciaba con la cruz parroquial flanqueada por ciriales, tras los que se situaron 60 hermanos archicofrades con cirio, colocados por estricto orden de antigüedad. Tras ellos, guión corporativo, cuya restauración y mejora en su diseño se estrenaban, flanqueado por cuatro varas de acompañamiento, antepresidencia conformada por miembros de la Junta de Gobierno y el Rvdo. P. D. Juan Pablo Martínez Gutiérrez, Vicario Parroquial de la de San Lorenzo; y presidencia encabezada por Dª Inmaculada Ruiz Gené, Hermana Mayor; Rvdo. P. D. Iván Llovet Romero, Director Espiritual; y D. Juan Manuel Alcedo García y D. Miguel Ángel Novo Pérez, Hermanos Mayores que fueron de nuestra Corporación. Precediendo al paso del Señor, el cuerpo de acólitos propio de la Archicofradía. Y al frente del mismo, como capataz, nuestro hermano archicofrade D. Juan Antonio Casamichana Rodríguez, mandando la cuadrilla de cargadores del Señor. Acompañó musicalmente tras el paso la Banda de Cornetas y Tambores “Nuestra Señora de las Lágrimas”, de la vecina localidad de Campillos (Málaga).
El traslado procesional discurrió por el siguiente itinerario: Sagasta, Hospital de Mujeres, Libertad, Plaza de las Flores, Compañía y Catedral, en donde estaba previsto que se recogiera a las 22.40 horas, produciéndose la entrada una hora después, debido al retraso acumulado por las Hermandades precedentes que, de igual manera, trasladaban en esa jornada a sus respectivos Titulares.
Lució el Señor esplendoroso durante todo el recorrido, impactando enormemente su Sagrada Imagen en la delantera del paso, y acompañado, de forma extraordinaria, por hasta seis imágenes secundarias, todas ellas obra del imaginero D. Ventura Gómez Rodríguez. Procesionaba nuestro Amantísimo Titular, por vez primera, con túnica de tisú y brocatel color crema y tramados con plata; y estrenaba la restauración de sus potencias de plata bañadas en oro que diseñara su tallista, D. Luis Álvarez Duarte. En su paso procesional, aún en fase de dorado, se estrenaba el estucado del canasto, baquetón y esquinas de la parte trasera y se disponían los candelabros, gentilmente cedidos por la Hermandad de la Divina Pastora, de la siempre querida localidad de San Fernando, armonizando extraordinariamente todo el conjunto. El exorno floral, a base de rosas y claveles rojos, orquídeas e hipericum, exquisitamente dispuesto por D. Jesús Garrido Marín.
Ya en el interior de la Catedral y con el paso definitivamente situado en el lugar dispuesto por la organización, nuestro Director Espiritual dio lectura al pasaje evangélico del abandono del Señor, procediendo a la posterior bendición con la que finalizó el solemne traslado procesional del Señor de las Penas.
Agradecer y destacar la nutrida participación de hermanos archicofrades en el traslado, su compostura y ejemplar comportamiento en todo momento, fundamentalmente en la larga espera que tuvieron que sufrir en la calle Compañía, antes de continuar el itinerario previsto.
En la última crónica, referente a la Procesión Magna propiamente dicha, dedicaremos un extenso y necesario capítulo de agradecimientos a cuantas personas e instituciones han colaborado y hecho posible la realidad de este momento histórico para nuestra Archicofradía.
Ilustramos esta entrada, además de las propias, con fotografías de D. José María Reyna Cabrera, Dª. Alba Castro, D. José Antonio Sánchez García y D. Daniel Gil Jiménez, a quienes felicitamos por la enorme belleza de sus creaciones y a quienes, igualmente, agradecemos la publicación de las mismas.
