domingo, 10 de mayo de 2020

Aportación digital al Archivo Histórico de la Archicofradía del Pilar de Cádiz


Aportación digital al Archivo Histórico de la Archicofradía del Pilar de Cádiz

Como ya hemos publicado anteriormente en este blog, la inauguración de la Capilla del Pilar en la Parroquia de San Lorenzo de Cádiz tuvo lugar el 14 de octubre de 1753. Como era habitual, tanto ayer como hoy en estas importantes ocasiones, se solicitó la asistencia de un orador sagrado para que, con su oratoria, le diera mayor solemnidad y significación al acto.

En este caso, la persona elegida fue el Padre Fray Joseph Morales de la Encarnación, lector de teología y ex definidor de los RR.PP. Franciscanos Descalzos de Andalucía.  Su discurso titulado “Oración Panegyrica en la celebre fiesta de la estrena de una nueva capilla (…) del Pilar de Zaragoza fabricó su devota Archi-Cofradia de El Rosario” fue publicado en Cádiz al año siguiente, 1754, a costa de un hermano de la Archicofradía, en la Oficina de D. Pedro Gómez de Requena, Impresor Mayor.

Encontramos un ejemplar de esta publicación en la Fundación Federico Joly (Folletos - Caja 027/006), y el archivo que se adjunta en esta entrada del blog es una copia digital realizada por la Biblioteca Virtual de Andalucía, procedente de un ejemplar que se conserva en la Biblioteca Provincial de Cádiz (Signatura: BBH6 C26-21 — Nº de registro: 1003771)

Como era habitual en el siglo XVIII, la mayor parte de estos sermones contienen una recargada prosa histórico-religiosa que generalmente priva de encontrar datos concretos y relevantes que interesan al investigador. No obstante, en este caso, tras leer el texto nos ha llamado la atención comprobar que en la fecha de su inauguración, 1753, la capilla ya se encuentra prácticamente completa, como la conocemos en nuestros días.  El autor haciendo una comparación del cielo con la capilla y de los planetas con las distintas pinturas e imágenes que se encuentran en ella, cita por orden de aparición;  el Cristo de Ribota, los Corporales de Daroca, la Virgen del Llanto, el Apóstol Santiago, San Jerónimo y San Francisco (Páginas 7 a 15).

Por supuesto en el cielo sitúa a la Virgen del Pilar, y también a su Archicofradía a la que dedica las siguientes palabras: “Fervorosa Archi-Cofradía de el Rosario de el Pilar de la Reyna Soberana, puedes gloriarte de que tu ferviente afecto ha cantado el Plus Ultra, en el culto perpetuo de tu Gloriosa Patrona, pues ya tienes domicilio propio en esta primorosa Capilla, que la has fabricado. (…) Ya puedes poner término a las fatigas, y desvelos, que esta fábrica te ha costado. Puedes descansar; pues teniendo ya tu peregrina Patrona colocada en su Santuario, te se harán suaves las turbulencias de este mundo.” (Páginas 40 y 41).
José María Collantes González