sábado, 2 de enero de 2010

Bendita y Alabada sea la Hora


Cuenta la tradición -una tradición surgida y sustentada por la aparición de unos documentos del siglo XIII que se conservan en la Catedral de Zaragoza- que, en la época inmediatamente posterior a la Ascensión de Jesucristo, cuando los apóstoles, fortalecidos con el Espíritu Santo, predicaban el Evangelio, el Apóstol Santiago el Mayor, hermano de San Juan e hijo de Zebedeo, tuvo la inspiración de ir a predicar a España, obteniendo la bendición de la Santísima Virgen para su misión. Los documentos dicen textualmente que Santiago "pasando por Asturias, llegó con sus nuevos discípulos a través de Galicia y de Castilla, hasta Aragón, el territorio que se llamaba Celtiberia, donde está situada la ciudad de Zaragoza, en las riberas del Ebro. Allí predicó Santiago muchos días y, entre los muchos convertidos, eligió como acompañantes a ocho hombres, con los cuales trataba de día del Reino de Dios, y por la noche, recorría las riberas para tomar algún descanso".

En la noche del 2 de enero del año 40, Santiago se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro cuando "oyó voces de ángeles que cantaban Ave María, Gratia Plena, y vio aparecer a la Virgen, Madre de Cristo, de pie, sobre un pilar de mármol". La Santísima Virgen, que aún vivía en carne mortal, le pidió al Apóstol que se le construyese allí una iglesia, con el altar en torno al pilar donde estaba de pie y prometió que "permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos, para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio". Esta fue la primera iglesia dedicada en honor a la Virgen Santísima.

BENDITA Y ALABADA SEA LA HORA
EN QUE MARÍA SANTÍSIMA
VINO EN CARNE MORTAL A ZARAGOZA.
POR SIEMPRE SEA BENDITA Y ALABADA.


2 de Enero: Aniversario de la Venida de la Virgen del Pilar